Según la Unicef, en Latinoamérica la preocupación de la crianza en la infancia tuvo su origen en el ámbito más privado, es decir, familia y congregaciones religiosas, desarrollándose paulatinamente hacia el Estado para que tuviese un rol más activo tanto la educación y protección de los niños. Sin embargo, lo anterior estaba dirigido sólo a niños en situación de vulnerabilidad o irregularidad, que requerían de asistencia o que transgredieron la ley.
Durante el transcurso del siglo XX comienza a extenderse el rol de protección y proceso formativo de los niños desde la privacidad de la familia hacia el Estado involucrando a la universalidad de niños, de esta manera las naciones unidas firmó la declaración de los derechos del niño el 20 de Noviembre de 1959. Dentro de los principios más relevantes está:
- Participación: donde los niños tienen el derecho a tomar decisiones que le afecten y, por lo tanto, sean tomadas en cuenta.
- No discriminación: No deberá sufrir ni ser discriminado por su raza, color, género, idioma, religión, nacionalidad, origen social o étnica, opinión política u otro, ni por alguna discapacidad.
- Interés superior del niño: Leyes y medidas que afecten la infancia deberán tener primero en cuenta su interés superior y beneficiarlo de la mejor manera posible.
- Supervivencia desarrollo y protección: Autoridades del país deben proteger y garantizar su desarrollo pleno físico, espiritual, moral y social.
En 1967 se promulga la Ley N°16.618 en 1967 (Ley de Menores) que se encuentra vigente hasta el día de hoy en Chile, que refuerza el sistema tutelar de Chile donde lo central será la irregularidad en las relaciones de familia.
En 1990, la promulgación de la Convención Internacional de los Derechos del Niño, fue ratificada en el Congreso Nacional, en donde se consagra los derechos del niño a través de la regulación integral de las familias, la sociedad y el Estado.
Además se aprobaron leyes que complementan el resguardo de los derechos, como la Ley de Violencia Intrafamiliar, la Ley de Maltrato Infantil en 1994, la Ley de Filiación en 1998, la Ley de Delitos Sexuales en 1999 y la reciente Ley de Violencia Intrafamiliar a fines del 2005.
La violencia nunca es justificada, por ello queremos presentar aquí posibles soluciones a la violencia intrafamiliar, para así también promover el buen trato y ayudar a las victimas. Los niños maltratados están en una situación de vulnerabilidad, necesitan de protección, atención y cuidado. Situaciones en las cuales todos podemos ayudar, porque de todos depende.
¡No más Golpes! Corrígeme con el Dialogo.
A continuación nos referiremos a formas validas para un buen trato a los menores:
La comunicación es fundamental en la relación familiar, sobre todo al referirnos a los niños. En situaciones de maltrato, la comunicación se ve obstruida o bien destruida al quebrantarse la confianza de las victimas y los victimarios. Aún así, es posible reconstruirla. La comunicación y atención a los niños resulta importante, ya que nos permite conocer y darles a comprender que no se encuentran solos, que es posible que compartan con nosotros sus temores y preocupaciones.
De esta forma, entregamos la sensación de seguridad y de apoyo. Por lo mismo, rutinas como contarle cuentos, pasar tiempo con ellos -realizar actividades, jugar, etc.-, o acompañarlos a la hora de dormir ayudan a los niños a desarrollar confianza y sentir la calidez que estos requieren para un buen desarrollo.
Hablar con los niños acerca de sus problemas, implica escucharlos y a su vez, explicar de forma directa como son las cosas. Ayudarlos a sentirse mejor conlleva muchas cosas, entre ellas cariño, paciencia, y por sobre todo la voluntad de cambiar la visión traumática del mundo que han construido en el tiempo.
Recurrir a instancias con profesionales. Los padres deben estar abiertos a este punto, ya que les permitirá acercarse, informarse y comprender las dificultades presentes. Es importante tener en cuenta que los padres son los responsables de la educación de los hijos, en diferentes ámbitos. Por lo tanto, de ellos depende producir cambios en las relaciones
Tener paciencia es fundamental ya que el proceso de cambio de enseñanza es lento y necesita de mucha dedicación. Debemos mantenernos al tanto del proceso por el que pasan los niños y nosotros mismo.
Según el SENAME y la ley 20.066 de violencia intrafamiliar en su artículo 5º,La Violencia intrafamiliar "será constitutivo
de violencia intrafamiliar todo maltrato que afecte la vida o la integridad
física o psíquica de quien tenga o haya tenido la calidad de cónyuge del
ofensor o una relación de convivencia con él; o sea pariente por consanguinidad
o por afinidad en toda la línea recta o en la colateral hasta el tercer grado
inclusive, del ofensor o de su cónyuge o de su actual conviviente".
Tanto el maltrato físico, mental como también descuido (indiferencia) o explotación por parte de los integrantes de la familia es considerado parte de este fenómeno.
Los problemas sociales son tales cuando la vida de las personas en una sociedad no puede desarrollarse adecuadamente debido a que no hay una distribución equitativa de los bienes que deberían estar disponibles para éstos, de manera que se producen desigualdades de status y disparidad participativa, según la autora Nancy Fraser, como también reconocimiento negativo o identidades reificadas, según el autor Honneth, en uno o todos los ámbitos de la vida de las personas.
Bajo esta definición, la violencia infantil en el marco del maltrato intrafamiliar, involucraría una situación de menosprecio, en donde la víctima es reconocida por su victimario de forma negativa es decir y donde su status es subordinado.